El otro día haciendo limpieza encontré este monedero.
La verdad es que la foto no le hace justicia, en realidad es mucho más feo por que además brilla. Ya sé que vais a preguntar "¿Y si era tan feo por qué lo guardaste?" No tengo ni idea. Supongo que es uno de esos trastos que desafía las leyes de la física para esconderse en rincones impensables hasta el día que lo encuentras e intentas recordar como semejante adefesio a) llegó a tu poder y b) más importante aún ¿por qué todavía no lo he tirado?.
En fin, basta de filosofías. La buena noticia es que ayer me arremangué, me puse manos a la obra y hemos hecho una operación de cirugía estética con resultados satisfactorios. ¿Qué os parece?
Ahora por lo menos ya puedo usarlo sin avergonzarme públicamente.
Que ustedes lo pasen bien.
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