La primavera sigue siendo el motivo principal de los diseños. Y es que da muchísimo juego, sobre todo el tema floral como hoy. Hay miles de maneras de incorporar las flores en los diseños de bisutería y complementos. Después del invierno se agradecen los colores de las flores así que pongamos esos mismos colores en nuestro conjunto del día. Bienvenidos sean los días luminosos.
El modelo que os traigo hoy es un diseño de lo más polivalente que yo me haya encontrado en este mundillo. Al ser un diseño modular es muy fácil adaptarlo a múltiples formas y combinaciones. Hoy nos vamos a quedar con los anillos, otro día os hablaré de otras piezas.
Estos anillos son muy fáciles de hacer, llevan una base de bolas facetadas tejidas en cuadro (o right angle weave como dicen en las webs en inglés) y sobre esta base montamos las florecitas de tupís de Swarovski. Me encanta trabajar con Swarovski. Sus piezas tienen una luminosidad que no he encontrado en otros fabricantes. Es verdad que el precio es elevado pero en mi opinión merece la pena. El resultado final se distingue con facilidad de otros materiales. La manera en que la luz se refleja en las superficies de las cuentas las hace inimitables.
Este fue el primer anillo de este tipo que entró en mi vida.
El morado es mi color favorito desde que era un retaco de cría. Lo cual en esta etapa de mi vida resulta un problema por que es dificilísimo hacer buenas fotos de objetos morados. Pero yo insisto, en hacerme cosas moradas y en hacer fotos para que las veáis. En este caso los colores eran amatista para el oscuro y ciclamen opal para el claro. Las bolas facetadas de la base y la trasera del anillo también eran de un tono amatista al igual que las rocallitas que lo completan.
Una de las ventajas de este modelo es que las combinaciones de colores son infinitas.
Estos 3 fueron versiones del original en distintos colores para las usuarias que lo iban a recibir. En este caso predominó el azul pero si buscáis un poquito por internet veréis a lo que me refiero con lo de los colores que podéis elegir.
También podéis cambiar el número de flores que le ponéis.
De nuevo una versión en morados (¿véis lo que os decía con el morado en las fotos?), en este caso en amatista y amatista claro.
Otra modificación que se le puede hacer, independientemente del número de flores que le pongáis, es colocar la trasera en otra posición: en vez de unirla en los laterales la podemos unir en las esquinas con lo que tendremos el efecto de rombo en vez de cuadro.
Un modelo de 16 flores liso, con todas las flores en color topaz y la trasera en negro tornasolado.
Manteniendo el diseño de rombo también podemos elegir hacer solo 9 flores. Estoy muy enfadada con Swarovski por eliminar de su carta de colores el verde de la foto (light emerald) que era muy bonito y quedaba muy luminoso en los trabajos. Muy mal, señores de Swarovski.
Y finalmente (que sí, que ya no os taladro más por hoy) otro diseño de 6 flores en tonos marrones.
La amiga que lo encargó quería esos tonos para que le hiciera juego con otras piezas que ella tenía y por otro lado no quería que fuera muy grande.
Como véis este diseño de las florecitas es perfecto para crear diseños de todo tipo como os decía al principio así que si tenéis dudas solo tenéis que preguntar.
Espero que os haya gustado y os queden ganas de ver más cositas.
Sed felices.
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