lunes, 28 de mayo de 2018

Judías con perdiz

Hola a tod@s.

Hoy toca otra vez cocina. ¿O es que no coméis todos los días?

La receta de hoy no es precisamente primaveral, ni siquiera es invernal como podría sugerir lo de la perdiz (que parece que estamos más acostumbrados a consumir en invierno), por aquello de que vamos a tirar de latas y botes, que también se puede conseguir producto de calidad en conserva. De hecho, la receta de hoy la saqué de la caja de la perdiz y ha sido un éxito desde el día uno. Veréis qué rica.

Judías con perdiz


Ingredientes

- 1 cebolla grande
- 2 cucharadas soperas de harina
- 1 cucharada sopera de pimentón dulce
- 2 tomates maduros pelados
- 700 g de alubias blancas cocidas (un bote grande)
- 4 cucharadas soperas de aceite de oliva
- 1 lata de perdiz en escabeche
- 0.5 l de agua
- sal

Paso 1: Picamos la cebolla y el tomate. Sacamos la perdiz de la lata, le quitamos los huesos y troceamos o desmigamos la carne. Reservamos el líquido del escabeche. Escurrimos las alubias.

Paso 2: Calentamos el aceite en una sartén grande y freímos ligeramente la cebolla y el tomate.

Paso 3: Añadimos la harina y removemos. Cuando esté dorada ponemos el pimentón y rápidamente (para que no tome sabor amargo) añadimos medio litro de agua y el contenido líquido de la lata de perdiz.

Paso 4: Sazonamos el conjunto a nuestro gusto y se mezcla con la perdiz troceada y las alubias escurridas. Dejamos cocer aproximadamente 10 min y servimos bien caliente.

NOTAS:

a) Lo de siempre que hablamos de conservas. Son el invento del siglo. Solo tenéis que buscar marcas que sean de calidad. Y hay muchas y muy buenas.

b) Otra cosa fantástica de este plato es que es congelable. Me encanta. Que sí, que gustándome cocinar tanto como me gusta por qué no cocino cada día y para cada comida. Pues por que no siempre tengo tiempo o ganas. En serio, llegar a  las 3 y media pasadas a casa con más hambre que el perro de un ciego le quita a cualquiera las ganas de cocinar. Y menos si el día de antes (o de antes de antes o cuando sea) has sido precavido y has preparado alguna cosita o has congelado lo que sobró o algo similar. Calentar y servir. Que la congelación es un método genial siempre que no lleve patatas y especialmente si lo habéis preparado vosotros mismos. Y este plato cumple todos los requisitos.

No sé si os lo había puesto antes pero ahí va: "El amor más sincero es el amor por la comida" Georges Bernard Shaw. ¡Qué hombre más listo!

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